EL ¡BOLA!

Hace poco más de un año comencé a colaborar en SDP noticias. En esos días el proyecto empezaba su versión impresa la cual gracias a la crisis solo duro unos meses y hoy en día volvió a la red que es su medio original. Cuando me entrevisté con Federico Arreola y Víctor Hernández escuché las palabras más bonitas que un editor le puede decir a un colaborador: ¡haz lo que quieras, te damos total libertad!

¡Pues órale! Me pedían dos colaboraciones semanales así que después de platicarlo un rato quedamos en que una iba a ser una historieta y la otra una parodia de la portada de la revista Hola que Víctor había comenzado a publicar semanas antes. Al principio, la idea era mezclar chismes del espectáculo con asuntos de política. Después de un tiempo con esto, me topé con el problema de que a mí en lo personal el mundo de la farándula me causa una hueva tremenda y un desinterés total. Intenté verme profesional y hasta me puse a leer el TV y Novelas, pero no pude resistir. El universo de Paty Chapoy y Pepillo Orijel me da una sensación de verdadero “miedo y asco” (H. S. Thompson dixit). Y aunque la política tenga decadentes similitudes con el espectáculo nacional no siempre encontraba la fórmula ideal para crear encabezados y títulos que pudieran hablar de ldos cosas al mismo tiempo sin que terminara sonando a chiste forzado.

Poco a poco fui puliendo el trabajo hasta que termine por prescindir del la faranduleada y me concentré solo en política que ya de por sí es un espectáculo muy apestoso. Comencé haciendo fotomontajes, lo cual me ha llevado a experimentar con otras vertientes del humor gráfico. A final de cuentas, ha resultado un trabajo bastante divertido. Pensar en representar a Calderón o a cualquier otro funcionario de mierda, en situaciones absurdas y degradantes y llenarlo todo con títulos y frases irónicas e irreverentes es un ejercicio mental que por un lado, me permite descansar un poco del dibujo y por el otro me convierte en una especie de científico delirante al que le abren la puerta de un laboratorio equipado y le dicen: ¡haz lo que quieras, te damos total libertad!