jueves, 8 de noviembre de 2007

FRASEDROMO

















…Cuando se habla de los grandes cambios estructurales, parece que entendemos como tales sólo los económicos, sin comprender que los de la educación son básicos, por la sencilla razón que, sin una calidad educativa mínima, no habrá quien pueda operar esos cambios económicos, que nuestra calidad de vida se seguirá rezagando y el fenómeno de la migración de los mejores (no necesariamente de los más necesitados) va a continuar.
Jorge Fernández Menéndez. Excelsior.
En el año 2006 la intolerancia anegó todos los resquicios de la existencia. Quienes condenábamos las intervenciones de Vicente Fox y del Comité Coordinador Empresarial fuimos tachados de censores empeñados en limitar la libertad de expresión. Cuando señalábamos los riesgos de las campañas negativas éramos calificados de retrógradas incapaces de valorar la modernidad de las “campañas de contraste”. A quienes criticamos la pasividad y/o parcialidad de la trinidad de árbitros electorales (IFE-Trife-FEPADE) se nos tachó de saboteadores de unas instituciones con olor a beatitud. Muy poco tiempo después se acepta que teníamos la razón.
La elección de 2006 está siendo sometida a una revisión académica sin precedentes y se va afianzando como verdad histórica la tesis de que esa elección fue una de las más lodosas, costosas y dudosas de la historia. Ahora puede asegurarse que la cercanía con el abismo llevó a reformas a la Constitución tan importantes que se abre la posibilidad de que las elecciones futuras sean más confiables. Así es la historia.
Sergio Aguayo, Reforma.
Vicente Fox y Marta Sahagún no inauguraron esta estructura disfuncional; sólo la usaron de una manera más torpe y más pública y más desvergonzada que quienes la ocuparon antes. Su coyotaje no fue original, sólo más burdo. Su corrupción no fue salvaje, sólo más obvia. No son los artífices del capitalismo de cuates sino sus beneficiarios menores, y los crímenes que cometieron parecen tan mendaces como su visión del País.
Denis Dresser, Reforma.
Sin embargo, la pregunta ahora es qué hay debajo del espejo. Y no hablo sólo de los ahogados que puedan estar atrapados en el fondo, sino de los demonios que vayan a emerger de ese mar de corrupción que por décadas ha inundado Tabasco.
Ricardo Rocha, el Universal.
Después de miles de fotografías y videos de ocasión, cientos de promocionales con su imagen repartiendo pañales, cargando saquitos de arena a medio llenar, acariciando bebés y demás tomas paternales, todos ellos en el marco de la tragedia tabasqueña, el inquilino de Los Pinos contó el chiste del día: “no hay margen para el oportunismo político en Tabasco”. Y quedóse tan tranquilo.
Carlos Fernández-Vega, la Jornada
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La depredación continuada desde entonces acendró las causas de la desgracia. Este año, por añadidura, el manejo del caudal liberado desde la presa Peñitas por la Comisión Nacional del Agua y la Federal de Electricidad fue uno de los factores determinantes de la descomunal tragedia. El Comité Nacional de Estudios de la Energía, integrado por expertos que antes o ahora trabajaron o lo hacen aún en las empresas públicas de petróleo y electricidad, denunció que la regulación del nivel en ese embalse y su desfogue periódico hubieran sido posibles si la CFE "incrementara la generación hidroeléctrica en forma permanente", pero eso atentaría contra el interés de los generadores privados. Conforme a la Constitución, tales generadores no podrían operar, pero una maniobra de Carlos Salinas abrió las puertas al capital privado en un área reservada al Estado, Sin embargo, los generadores privados se quejan de que su margen de utilidad es menor que el anunciado y por lo tanto se cuidó de no afectarlos mas manteniendo el nivel de generación publica. Se trocó as1 el interés particular por el intenso e inmenso daño colectivo.
Miguel Ángel Granados Chapa, Proceso.
Tanto peca el que estatalmente se clava la lana (destinada a proyectos hidráulicos y a medidas preventivas baratas, según la ONU, que no se tomaron) como el que federalmente gobierna con las patas. Los errores del calderonismo en estas horas difíciles y el descaro de los grandes pillos impunes (no sólo en Tabasco, sino a escala nacional; relevantes, por la actualidad, Fox, Marta y parentela, pero también Arturo Montiel, Mario Marín, Ulises Ruiz y casi la totalidad de los gobernadores) hacen que en el grueso de la gente prenda una sensación de vulnerabilidad que de manera natural lleva a preguntarse cuáles pueden ser los mecanismos naturales de defensa. Un primer arranque lleva al enojo y la desesperación, e incluso de allí pueden multiplicarse las equivocadas tentaciones de la violencia política armada, pero una segunda etapa podría abrir la posibilidad de una mayor participación política y, eventualmente, de un ejercicio ciudadano verdaderamente crítico y transformador.
Julio Hernández, la Jornada


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